miércoles, 15 de diciembre de 2010

Las tecnologías de información y comunicación

Por

Marianella, Silvina, Georjay, July, Lili, Belinda, Sion, Yraida, Wilpia, Patricia, María, Leonardo Gil, Demian, Antonio, Alejandro, Leonardo mudarra, Vlaudimir, Jose, Ramon y Jeffrey


La facilidad que da poseer las computadoras y las tecnologías de información en general, han creado una revolución informática en la sociedad y de forma particular en los negocios. El manejo de información generada por computadora difiere en forma significativa del manejo de datos producidos manualmente.
En la década de los 50 la información se concebía como un mal necesario que en cualquier momento podía ahogar a la empresa y frecuentemente entorpecía las labores cotidianas de la empresa; ya para los años 60 la información empezó a valorarse y se empezó a concebir como un elemento útil para la administración, siendo empleada en los sistemas de información administrativa que generaban gran cantidad de informes procesados frecuentemente en un computador multipropósito
Las TIC hacen referencia a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, sin embargo para acercarnos a lo que este término abarca, se citan a las siguientes definiciones:
Según el PNUD (2002) en el Informe sobre Desarrollo Humano en Venezuela: "La TIC se conciben como el universo de dos conjuntos, representados por las tradicionales Tecnologías de la Comunicación (TC) - constituidas principalmente por la radio, la televisión y la telefonía convencional - y por las Tecnologías de la información (TI) caracterizadas por la digitalización de las tecnologías de registros de contenidos (informática, de las comunicaciones, telemática y de las interfases)”.
Miratia (2005) en el artículo "La Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación" publicado en la revista nº4 de Infobit. p 12 y 13, hace referencia a Garcias (1996), Bartolomé (1989) y Cabero (1996), quienes agrupan a las TIC en tres grandes sistemas de comunicación: el video, la informática y la telecomunicación, los cuales abarcan los siguiente medios: el video interactivo, el videotexto, el teletexto, la televisión por cable y satélite, la web con sus hiperdocumentos, el CDROM, los sistema multimedia, la teleconferencia en sus distintos formatos (audio conferencia, videoconferencia, conferencia audiográfica, conferencia por computadora y teleconferencia desktop), los sistemas expertos, la realidad virtual, la telemática y la telepresencia.
Igualmente, hay que considerar que el potencial de un portal es la variedad de servicios y recursos que ofrece por lo que debe constituirse en un espacio para la participación y el intercambio, propiciar la creación de comunidades virtuales, tendientes a fortalecer los grupos sociales que sirva para la preparación, presentación y seguimiento de proyecto educativos, así como las inversiones realizadas.
Según la Organización Mundial del Comercio, las nuevas oportunidades tecnológicas (y del libre comercio a escala global) serán el motor de una "tercera revolución industrial". Gracias a las TICs, se sostiene, se podrán anular las brechas de pobreza y de falta de recursos existentes, confrontándose en el campo de la economía, de las transformaciones políticas y sociales, de la identidad, en la cultura y en el poder, modelando nuevas relaciones a escala global.
A través del comercio electrónico y de los e-servicios, de la reducción de los costos de conexión, mejorando la eficiencia de los gobiernos y servicios públicos y favoreciendo el rol del sector privado, se creará un "entorno favorable" para lograr la reducción de las desigualdades entre y dentro de los Estados, siempre según la OMC.
El proceso de cambio abarca todas las actividades dirigidas a contribuir a la organización para que adopte exitosamente nuevas actitudes, nuevas tecnologías y nuevas formas de hacer negocios. La administración efectiva del cambio, permite la transformación de la estrategia, los procesos y la tecnología, de esta manera se puede reorientar la organización al logro de sus objetivos, maximizar su desempeño y asegurar el mejoramiento continuo en un ambiente siempre cambiante.
En las organizaciones algunos cambios ocurren por las oportunidades que surgen, mientras que otros son proyectados. El rediseño total o parcial de la estructura organizacional, el impacto de diversas variables macroeconómicas, fusiones, adquisiciones, incorporación de nuevas tecnologías, creación de nuevas unidades de negocios o la implementación de nuevos procesos, son sólo algunas de las tantas causas que generan en una organización o en determinados sectores de la misma, una situación de cambio. El avance tecnológico no se detiene y ello comprende cambios significativos. “La brecha digital es producto de la evolución natural de la sociedad y la tecnología y no de la casualidad” [Álvarez R., J. La Brecha digital (2010). Por lo tanto el cambio tiene, para quienes lo observan como una herramienta, la capacidad de ajustarse a las necesidades, sueños o expectativas de quienes lo administran y gerencian, ya sea convirtiendo un quiosco de periódicos en un "centro de información" o quienes observan que el futuro de las organizaciones está en el desarrollo de las tecnologías.
Para José Vilar, Gerente de la revista digital Infonova Consultores, “El papel de las TIC en la empresa del S XXI La constante evolución de la tecnología, junto a la aparición de nuevas y más complejas formas de utilización de la misma y a la completa interconexión y globalización de la economía, y los sistemas, implican que, más que nunca, las Tecnologías de la Información (TIC) ofrecen extraordinarias oportunidades, a la vez que elevados costes e importantes riesgos”. Para Vilar, evaluar costos, amenazas y oportunidades, debilidades y fortalezas, hacen de las TIC un elemento estratégico “para el crecimiento, maduración y transformación de las organizaciones, pero, además, las convierte en factor crítico de éxito y de supervivencia de la empresa”.
Los usos de las TIC no paran de crecer y de extenderse, sobre todo en los países ricos, con el riesgo de acentuar localmente la Brecha digital y social, la diferencia entre generaciones. Desde la agricultura de precisión y la gestión del bosque, a la monitorización global del medio ambiente planetario o de la biodiversidad, a la democracia participativa (TIC al servicio del desarrollo sostenible) pasando por el comercio, la telemedicina, la información, la gestión de múltiples bases de datos, la bolsa, la robótica y los usos militares, sin olvidar la ayuda a los discapacitados (ciegos que usan sintetizadores vocales avanzados), los TIC tienden a tomar un lugar creciente en la vida humana y el funcionamiento de las sociedades. A nadie sorprende estar informado minuto a minuto, comunicarse con gente del otro lado del planeta, ver el video de una canción o trabajar en equipo sin estar en un mismo sitio. Con una rapidez impensada las Tecnologías de la información y comunicación son cada vez más, parte importante de nuestras vidas.
Los cambios pueden entenderse como procesos de innovación cíclicos, ya sean sutiles o radicales, todo lo que es nuevo produce la transformación de lo que se conoce y ello conlleva a sumar un paso en la evolución, la cual experimenta de nuevo el proceso y avance; de hecho la negación misma del cambio es la aceptación indirecta de su existencia.
Dicho lo anterior consideremos que brecha digital no es otra cosa que un fenómeno tecnológico y social, es una manifestación de un fenómeno ya existente, es la clara exposición y reflejo de los impactos que producen la falta de acceso tecnológicos, la instrucción y educación de los recursos humanos mal orientados y la integración mal direccionada de los países y sectores mundiales que no se alinean en el poder global.
La brecha digital debe ser medida en términos de opciones, facilidades y costos adecuados para el acceso a la red y a ciertos programas que permitan optimizar el uso de la infraestructura instalada. Ofreciendo un mayor conocimiento, a través de los programas, para la población en las aplicaciones de las necesidades locales adquiriendo información adecuada.
Generalmente la brecha se ha referido a la diferencia entre ricos y pobres, aunque actualmente también se emplea para hacer diferenciar en otras variables socio demográficas, tales como: Sexo, edad, escolaridad, raza y lugar de residencia. Igualmente su análisis se ha ampliado desde la adopción de Internet hasta el acceso y uso eficiente de las tecnologías de la información y las comunicaciones en general (TIC). La importancia de estudiar la brecha digital radica en la relación lineal que se ha percibido entre tecnología y desarrollo. Es decir, a medida que un país tiene mayor acceso a la tecnología sus posibilidades de desarrollo lucen más favorables. En los años 60 y 70 se promovieron en Latinoamérica gran cantidad de programas nacionales con el apoyo de los organismos internacionales orientados a la transferencia tecnológica de los países desarrollados hacia los países pobres. Este discurso se generaliza posteriormente con la expansión de Internet.
La brecha digital cuantifica la diferencia existente entre países, sectores y personas que tienen acceso a las herramientas e instrumentos de la información y la capacidad de usarlos. Puede definirse también como la distancia tecnológica entre individuos, familias, empresas y áreas geográficas en sus oportunidades de acceso a la información, a las tecnologías de la comunicación y al uso de Internet.
La brecha digital internacional es la disparidad en la difusión tecnológica entre países generadores de la tecnología y el resto. La brecha digital doméstica muestra la diferencia existente en el interior de un país (niveles educativos, segmentos socioeconómicos, sexo).
Los factores que causan la brecha digital son el nivel de ingreso y su distribución, la dotación de la infraestructura física de comunicaciones, las condiciones demográficas y geográficas, el nivel de educación y las políticas de acceso.
El conocimiento de la población del uso de las tecnologías implica los siguientes indicadores:
  • Porcentaje de personas que se acogen a proyectos para disminuir la alfabetización digital
  • Porcentaje de profesores que participan en actividades de formación digital
  • Porcentaje de personas con conocimiento básico de las herramientas para acceder a internet
  • Nivel educativo de los usuarios de internet
  • Porcentaje de personas con conocimientos informáticos básicos
  • Porcentaje de personas que se reciclan para incrementar sus conocimientos de informática
  • Porcentaje de usuarios de internet que carecen de estudios (Raya, Esther)

En la Cumbre de la Sociedad de la Información en Ginebra, 2003 cuyo tema de convocatoria fue precisamente la reducción de la brecha digital. Se comprende que la misma se reducirá con el acceso a las TIC y con la creación de oportunidades digitales. En esta Cumbre se propone como estrategia la solidaridad digital de los países ricos con los países en desarrollo.
Reconocemos que la construcción de una Sociedad de la Información integradora requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación entre los ¬gobiernos y demás partes interesadas, es decir, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales. Reconociendo que el ambicioso objetivo de la presente Declaración -colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos- exigirá un compromiso sólido de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la solidaridad digital, en los planos nacional e internacional.

Posterior a la Cumbre del 2003, se crea la UN ICT Task Force (Fuerza de Tarea de TIC de la ONU) que sustituye en cierta medida la Dot Force y cuyo objetivo principal es relacionar el uso de las TIC con la consecución de los objetivos del milenio también definidos por las Naciones Unidas. Con este acercamiento se pretende explicitar cómo las tecnologías de información y comunicación pueden ser utilizadas como instrumento de desarrollo. Otro aspecto importante de rescatar de esta propuesta es que ya no se habla solamente de la Internet sino de otras tecnologías de información y comunicación como la telefonía móvil.
Posterior a la Cumbre del 2003, se crea la UN ICT Task Force (Fuerza de Tarea de TIC de la ONU) que sustituye en cierta medida la Dot Force y cuyo objetivo principal es relacionar el uso de las TIC con la consecución de los objetivos del milenio también definidos por las Naciones Unidas. Con este acercamiento se pretende explicitar cómo las tecnologías de información y comunicación pueden ser utilizadas como instrumento de desarrollo. Otro aspecto importante de rescatar de esta propuesta es que ya no se habla solamente de la Internet sino de otras tecnologías de información y comunicación como la telefonía móvil.
La UN ICT Task Force define la brecha digital de la siguiente manera:
En los últimos años, como consecuencia de que las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en la columna vertebral de la economía de la información mundial y de que han dado lugar a la sociedad de la información, se ha puesto mayor atención a la diferencia de acceso a las TIC entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Esta diferencia se conoce como la “brecha digital”. Pero ¿qué tan grande es? ¿Está creciendo o se está reduciendo?
Los indicadores de las TIC’s más utilizados son el número de líneas telefónicas fijas, número de celulares, número de computadoras, número de usuarios de Internet por país.
La brecha digital puede medirse de tres diferentes maneras:
  1.       Brecha digital simple: si se compara el nivel de penetración de usuarios de Internet en Latinoamérica con los países desarrollados, Latinoamérica se encuentra rezagada.
  2.       Brecha digital pura: proporciona la posición país en cuanto al estado de atraso o adelanto de los países en referencia a la difusión y uso de las TIC’s respecto a las restricciones de ingresos de sus economías.
  3.      Brecha digital al Cuadrante Alfa: es la distancia (medida en %) que les faltaría a los países recorrer para alcanzar el nivel de difusión y usos de las TIC’s de un supuesto país que tuviera USD 15 mil de ingreso nacional bruto per cápita. Los niveles esperados son:
    • Penetración telefónica: 84.6 líneas por cada 100 habitantes.
    • Densidad de computadoras: 15.4/100 habitantes.
Penetración a Internet: 15.3% de la población

En América Latina se muestra claramente la ruptura entre el empleo de las TIC y la sociedad según plantea (Finquelievich, 2007), las políticas nacionales detectadas en cuanto al estímulo al desarrollo sustentable y al combate contra la pobreza, lejos de estar orientadas al empoderamiento de las comunidades, trabajan sobre problemáticas coyunturales. Se caracterizan por ser puntuales, dispersas, fragmentadas; de las experiencias identificadas, puede concluirse que estas iniciativas no han evolucionado aún hacia políticas estructurales, permanentes y efectivas. Y continúa más adelante diciendo tanto las políticas de desarrollo comunitario, caracterizadas por el asistencialismo, como las políticas de empleo, cuyos rasgos dominantes son el no capacitar a la fuerza de trabajo -tanto empleada como desempleada- para las herramientas de la nueva economía, contribuyen a agudizar la fragmentación de las políticas y programas de lucha contra la pobreza. Si bien muchos de los países estudiados poseen u obtienen recursos financieros para sus planes asistenciales, así como redes de infraestructuras de acceso a Internet, estos recursos no suelen utilizarse para capacitar masivamente a la población -sobre todo a la población desempleada- en el uso de TICs.
Un ejemplo de esto lo plantea Nuñez (2002) cuando hace referencia a que América Latina y el Caribe, tiene muy poca participación en ciencia y tecnología: poco más del 2% de científicos ingenieros que realizan tareas de investigación y desarrollo en el planeta y algo más del 1% de los recursos que se invierten con ese fin.
Al pensar en la inserción de la población mundial en la Sociedad de la Información, no se puede ignorar la pobreza en la que se encuentra inmerso nuestro continente. Las investigaciones del Banco Mundial (2003) revelan que, de 510 millones de habitantes unos 170 millones viven en la pobreza de éstos, 70 millones sobreviven en la extrema pobreza Los indigentes pasaron de 48 millones en 1990, a 57 millones en 1999, y los pobres de 121, a 132 millones en igual período. Para el 2003 se estima que 5 de cada 10 latinoamericanos son pobres, y que se encuentran por debajo de la línea de pobreza el 58% de los niños menores de 14 años.
El Panorama Social de la CEPAL (2002) señala que en el período 1980-2000 la población latinoamericana aumentó en alrededor de un 50% mientras la economía creció globalmente en apenas el 7% durante el mismo, lo que significa que la calidad de vida promedio se redujo a la mitad y que la pobreza prácticamente se duplicó desde 1980.
La brecha en ascenso crea el analfabetismo digital. Según indicadores a nivel mundial publicados por la UIT, la estimación de números de usuarios de Internet en la región de las Américas para el año 2001 es de aproximadamente 182,51 millones.
Definitivamente las TIC´S han impactado de alguna manera todos los aspectos de nuestro quehacer diario en el área económica, financiera, familiar, social, jurídica, educativa, investigativa, deportiva, comercial, gubernamental, cultural, es decir, no podemos dejar de hacer uso de las TIC´S en la cotidianidad del individuo. Pero antes de ahondar en el tema que nos interesa, definiremos qué es brecha digital según Serrano y Martínez (2003) “como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las tecnologías de la información y comunicación como parte rutinaria de su vida diaria y aquéllas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben cómo usarla” (p. 8). Ahora bien, dentro de este contexto mencionaremos algunos datos interesantes, que nos darán pie para hacer algunas reflexiones: en la página web http://www.eclac.org/estadisticas/ Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL) para el año 2007 por cada 100 hogares que tienen acceso a internet, Venezuela ocupa el 7mo puesto con un 6%; por otro lado tenemos que según el Banco Mundial en portal web http://datos.bancomundial.org/indicador para el año 2009 por cada 100 usuarios de internet Venezuela tiene el lugar 7 con 25,7%, en ambos casos la comparación dentro los países Latinoamericanos.
Bajo este mismo ambiente traeremos alguna información pertinente presentada por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) en su página web http://www.conatel.gob.ve/indicadores_trimestrales.asp, ente que publica que para el II trimestre 2010 habían 2.419.297 suscriptores y 9.729.861 usuarios que hacen uso del internet penetrando en un 33,98% de nuestra población, por otro lado tenemos 29.211.679 suscriptores en uso de telefonía móvil, cuya penetración es de un 102,01%, en el caso de internet para los dos criterios utilizados  han tenido un incremento desde el año 2000 al II trimestre 2010 sobre el 800% y en el caso de telefonía un aumento por encima del 500%.
En los gráficos siguientes se visualiza mejor:


Suscriptores de internet, tercer periodo de 2009



Fuente: Conatel 2009


Indicadores de Servicios de Internet


Fuente: Conatel 2009


Partiendo de todos los datos expuestos, podemos decir que en Venezuela ha habido un incremento bien importante del uso de estas herramientas tecnológicas, denotándose un esfuerzo por parte del gobierno nacional de llevarlas a través de distintos medios (Infocentros, Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT), y otros). Asimismo, se han realizado inversiones en infraestructura (Satélite Simón Bolívar, Fábrica de celulares (VTELCA) y Fábrica de computadoras (VIT) y otros); aunado a ello, CANTV ahora ofrece planes a muy bajos precios para adquirir una computadora, acceso a internet y el teléfono celular. Para darle aún más fortaleza se crea el marco jurídico (Ley Orgánica de Telecomunicaciones, Ley Especial de Delitos Informáticos, Ley de Mensajes de Datos y Firmas Electrónicos y algunos decretos) necesarios para hacer todas estas transformaciones comentadas en líneas precedentes.
Para ir concluyendo, vemos cómo el Estado está orientando políticas públicas acertadas en el área tecnológica, todo con el fin de superar las limitaciones de conectividad, uso y acceso a la tecnología, información y comunicación, creando empresas tecnológicas, desarrollando la infraestructura ideal, facilitando el conocimiento a personas, dándole cumplimiento al Proyecto Nacional Simón Bolívar en algunos de sus objetivos estratégicos en el área de tecnología.
Procurar que los nuevos medios contribuyan a difundir la cultura y el bienestar global, y no a polarizarlos y retrasarlos para algunos en la práctica, se convierte hoy en un reto viable, colocando por delante de la innovación los objetivos sociales que ella debe atender, en cualquier ámbito de aplicación de las TIC.

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