viernes, 10 de diciembre de 2010

Brecha Digital

La Brecha Digital

Por:

MSc. Georjay Romero.

En América Latina se muestra claramente la ruptura entre el empleo de las TIC y la sociedad según plantea (Finquelievich, 2007) las políticas nacionales detectadas en cuanto al estímulo al desarrollo sustentable y al combate contra la pobreza, lejos de estar orientadas al empoderamiento de las comunidades, trabajan sobre problemáticas coyunturales. Se caracterizan por ser puntuales, dispersas, fragmentadas; de las experiencias identificadas, puede concluirse que estas iniciativas no han evolucionado aún hacia políticas estructurales, permanentes y efectivas. Y continúa más adelante diciendo tanto las políticas de desarrollo comunitario, caracterizadas por el asistencialismo, como las políticas de empleo, cuyos rasgos dominantes son el no capacitar a la fuerza de trabajo -tanto empleada como desempleada- para las herramientas de la nueva economía, contribuyen a agudizar la fragmentación de las políticas y programas de lucha contra la pobreza. Si bien muchos de los países estudiados poseen u obtienen recursos financieros para sus planes asistenciales, así como redes de infraestructuras de acceso a Internet, estos recursos no suelen utilizarse para capacitar masivamente a la población -sobre todo a la población desempleada- en el uso de TICs.
Un ejemplo de esto lo plantea Nuñez (2002) cuando hace referencia a que América Latina y el Caribe, tiene muy poca participación en ciencia y tecnología: poco más del 2% de científicos ingenieros que realizan tareas de investigación y desarrollo en el planeta y algo más del 1% de los recursos que se invierten con ese fin. 
Al pensar en la inserción de la población mundial en la Sociedad de la Información, no se puede ignorar la pobreza en la que se encuentra inmerso nuestro continente. Las investigaciones del Banco Mundial (2003) revelan que, de 510 millones de habitantes unos 170 millones viven en la pobreza de éstos, 70 millones sobreviven en la extrema pobreza Los indigentes pasaron de 48 millones en 1990, a 57 millones en 1999, y los pobres de 121, a 132 millones en igual período. Para el 2003 se estima que 5 de cada 10 latinoamericanos son pobres, y que se encuentran por debajo de la línea de pobreza el 58% de los niños menores de 14 años.
El Panorama Social de la CEPAL (2002) señala que en el período 1980-2000 la población latinoamericana aumentó en alrededor de un 50% mientras la economía creció globalmente en apenas el 7% durante el mismo, lo que significa que la calidad de vida promedio se redujo a la mitad y que la pobreza prácticamente se duplicó desde 1980. 
La brecha en ascenso crea el analfabetismo digital. Según indicadores a nivel mundial publicados por la UIT, la estimación de números de usuarios de Internet en la región de las Américas para el año 2001 es de aproximadamente 182,51 millones.
Procurar que los nuevos medios contribuyan a difundir la cultura y el bienestar global, y no a polarizarlos y retrasarlos para algunos en la práctica, se convierte hoy en un reto viable, colocando por delante de la innovación los objetivos sociales que ella debe atender, en cualquier ámbito de aplicación de las TIC.

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